Viendo como trabajan los ahorros.

  

    Una de las cosas que mas me gusta, es ver como, periódicamente, van cayendo en la cuenta del banco los diversos dividendos de las empresas. Cuando veo anuncios en la tele de alguna de las empresas que llevo, o cuando veo en el supermercado gente comprando algunas de las marcas de mi cartera, si voy por la carretera y veo carteles de McDonald por ejemplo y veo sus restaurantes casi siempre con gente, haciéndome feliz ver como caen los 31€ trimestrales de su dividendo. Pienso que todo viene de mi yo pasado, cuando trabaje y aparté algo del dinero, luego lo puse a trabajar en empresas que venden cosas y reparten parte de su esfuerzo y beneficio. 

    Comprando acciones que reparten dividendo y empresas que ganan cada día un poquito más, estoy poniendo a trabajar mi dinero, estoy creándome una pequeña 'empresa'. Sin embargo si dejo el dinero en un depósito al 0% es como cuando trabajas por cuenta ajena: tu dinero está trabajando para otros. Pero al tenerlo invertido estoy mas tranquilo que cuando hacia depósitos, voy a las gasolineras Repsol y la gente sigue repostando, con las eléctricas estoy tranquilo, siempre se usa luz en invierno para alumbrar y alimentar los equipos y en verano, también... Lo mismo pasa con el resto de empresas de mi cartera, no son humo, producen y venden bienes, luego parte de ese beneficio me revierte de nuevo en forma de rentas de dividendo. Me encanta ver  empresas que reparten una parte del beneficio a sus propietarios y escuchar como suena en la cuenta los dividendos. Sin embargo, durante los muchos años que hacía depósitos, tenía que estar pendiente cada seis meses, cada año o cada año y medio de ir buscando nuevas opciones donde colocar el depósito que vencía. En ocasiones eso suponía trabajo de buscar, abrir nueva cuenta, cerrar la vieja, etc. Ahora no, podría caer en coma 10 años y cuando me levantase se habrían acumulado los dividendos de todo ese tiempo, pero las empresas y mi cartera seguiría ahí o incluso con mayor valor, trabajando silenciosamente todo ese tiempo sin descanso. 

    Esta semana nos hemos atragantado con la noticias que Pedro Z el grande, unificador de reinos, tiene previsto destopar las cotizaciones de los trabajadores; lo que redundará en pagar mucho mas en impuestos tanto a trabajadores como a empresas, reduciendo el salario neto. No es la única fechoría, también tiene en mente subir el impuesto a las rentas de capital (ahorros, dividendos, etc) del 21% máximo al 30%. Todo ese dinero confiscado apunta que se vaya a utilizar en aumentar el gasto de unas comunidades y estado hipertrofiados, pero no en mejorar servicios. Esto nos va acercando cada mes más al comunismo, por si no estábamos ya suficientemente cerca: se lo quito a las hormigas para dárselo a las cigarras. Profundizar por ese camino nunca ha traído nada bueno a las gentes, ahí están ejemplos pasados como la Unión Soviética, Venezuela, etc. Al final el ser humano, que no es tonto, termina de darse cuenta del engaño. Cuando no merece la pena trabajar gratis, cuando las hormigas son conscientes y abandonan todo su trabajo que sólo beneficia a otros, entonces acaba derrumbándose la sociedad. Cuidado pues, Pedro Z: cuando las cigarras viven mejor que las hormigas se corre el peligro que trabaje Rita y se derrumbe todo. 

     Hace pocas semanas me ofrecieron ascender a jefe, pero lo rechacé de forma educada. Pongo en una balanza a un lado el enorme sacrificio de mi vida personal, al otro lado lo que me supondría de aumento de ingresos netos... y no merece la pena. Aunque sobre el papel pueda parecer una buena subida, gran parte se la comerían en pagar mas impuestos (IRPF más altos, etc) y el resultado que estaría trabajando y sacrificándome para el estado. No esta pagado, el dinero va y viene, pero sólo tenemos una vida para vivir. Cuando salen noticias como el destope más me alegro de no haber aceptado, no compensa trabajar ms, solo lo justo. Es sólo mi opinión.

 

      En cualquier caso son cosas que se escapan de nuestro círculo de competencia, de cuanto podamos hacer o esté en nuestra mano. Pero es intrínseco al ser humano buscar la felicidad y la libertad. Al final, si sucediesen los peores escenarios, estaría más tranquilo con mi cartera de empresas extranjeras que si tuviese todo en depósitos exclusivamente en el reino de España. Si el comunismo más rancio se impusiese en un país o zona geográfica, el libre pensamiento y libertad de las personas buscará un sitio en cualquier otro lugar. Por tanto no hago caso del ruido de mercado y seguiré ahorrando en la medida de lo posible, invirtiendo el ahorro en empresas (algunas, las cotizadas) que sí nos dejan compartir con ellas sus beneficios. Viendo como caen los dividendos, así, sin tener que hacer nada más, que son el fruto de nuestro ahorro igual que los tomates en verano son el legítimo fruto del agricultor, que plantó en primavera sus tomateras.

    La foto de portada la acabo de tomar hace escasos minutos, es del amanecer en un lugar del extrarradio de Madrid.

Un saludo.