lunes, 10 de noviembre de 2014

Empezar

Lo primero antes de nada es definir que son activos;

Los activos son aquellas propiedades, ya sean muebles o inmuebles, es decir propiedades físicas o simplemente dinero, pero que generan un retorno (dinero) a su propietario, ya sea en forma de rentas de alquiler, dividendos, etc.

Para nosotros, los que pretendemos vivir de las rentas, este punto es muy importante, ya que nos permitirá ir generando rentas cada vez crecientes, sobre la base de reinventir las ganancias en comprar activos, y retroalimentando el proceso, ya que un número mayor de ingresos por los activos nos dará un mayor poder de comprar para reinvertir en más activosque generen cada vez mayores ingresos..en una rueda creciente o efecto 'bola de nieve'..hasta que lleguemos a un punto en el que a pesar de que saquemos recursos de esa rueda, sea  por si misma capaz de seguir girando y creciendo. En ese punto habremos alcanzado la independencia financiera, y ese es el objetivo que planteamos aquí; el cómo llegar a conseguir ese punto.

Para comenzar primero hablaremos sobre dos clases de activos; la renta fija (depósitos) y la renta variable (acciones). Aunque hay mas, como el inmobiliario, de momento estaremos al margen ya que por lo general en España requiere unas fuertes inversiones de entrada.

El inversor inteligente nos indica que la renta fija y la renta variable deben estar balanceadas en función del perfil inversor de cada uno, es decir, si uno es muy prudente con su dinero y no le gusta arriesgar, entonces debería tener un porcentaje muy alto de renta fija, por ej, depósitos. Si por el contrario, uno desea ir más rápido a su objetivo, y no le importa o es capaz de aguantar los vaivenes del mercado, entonces debería tener un porcentaje más alto en la renta variable, por ej, acciones. Esto se puede ilustrar de la siguiente manera;

Ejemplo de balanceo de cartera de un inversor conservador (arriba) y otro mas arriesgado (abajo);

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Del libro 'El inversor inteligente' he sacado estas Reglas aplicables al componente en acciones  que son bastante idóneas para quien pretenda iniciarse en el mundo de la inversión:

1. Debería haber una diversificación adecuada, aunque no excesiva. Esto podría suponer tener acciones de un mínimo de 10 sociedades emisoras y un máximo de aproximadamente  

2. Cada una de las sociedades elegidas debe ser grande, destacada y tiene que contar con una financiación conservadora. 

3. Cada una de las sociedades debe tener un prolongado historial de pago de dividendos continuado.

4. El inversor debería imponer algún tipo de límite en el precio que está dispuesto a pagar por unas acciones en relación con los beneficios netos obtenidos a lo largo de, por ejemplo, los siete últimos años. 
Sugeriríamos que ese límite se estableciese en 25 veces tales beneficios medios, y en no más de 20 veces los beneficios correspondientes al último período de 12 meses.